lunes, 10 de diciembre de 2012

La evolución del Cristianismo

A lo largo de la Edad Media fueron elaborándose una serie de creencias oficiales que debían ser aceptadas por todos, y las autoridades religiosas, con el apoyo de las autoridades políticas, persiguieron a quienes pusiesen en duda estos puntos de vista.
Pero el cristianismo medieval no era unitario. En occidente el obispo de Roma, el papa, era la máxima autoridad, y, sin embargo, en la zona oriental se vivía un cristianismo diferente, que no lo reconocía como la cabeza única de la iglesia  






La época medieval fue también el momento en que una nueva religión, el islam, apareció en oriente, y consiguió que la gran mayoría de los cristianos de Asia y África cambiasen de creencias.







Precisamente la península Ibérica fue un territorio de enfrentamiento, pero también de convivencia entre ambas religiones durante la Edad Media. Esta situación terminó cuando todo el territorio hispano pasó a ser cristiano.




Muchos hechos históricos se producen en esta época, como las cruzadas que se organizaron con el propósito de apoderarse de Jerusalén y Palestina dando lugar a conflictos que se pueden analizar haciendo referencia a algunos actuales.

También en esta época y fuera del marco de las ortodoxias religiosas se producen doctrinas que se considerarán heréticas, aunque muchas veces recogían aspiraciones populares, incluso se creó la inquisición para combatir aquellas que se oponían al catolicismo.
En definitiva, esta época enmarca y contextualiza muchos hechos, creaciones artísticas e instituciones que han pervivido hasta nuestra época.



Se vio influenciada, en gran medida, por los mitos y tradiciones de diversas tierras que hicieron de anfitriones de la cristiandad en su época más primitiva. Sin embargo, el tronco principal del cristianismo, que cuidó y alimentó el desarrollo de las creencias y filosofía cristianas en su período formativo más temprano era de estirpe judía.
La influencia judía fue la que tuvo mayor predominio a lo largo de la primera parte de la historia cristiana.


 Los discípulos de Jesús que aprendieron y entendieron el cristianismo directamente del propio Jesús y fueron testigos de ello en su propia vida, pertenecían a esta estirpe.

 
Fueron los primeros custodios del cristianismo y tenían sus raíces firmemente asentadas en el suelo santo de las instrucciones de Jesús y su forma de vida. Fueron ellos los que presenciaron la Crucifixión y vieron salvarse a Jesús de su pretendido asesinato.

lunes, 3 de diciembre de 2012

El hombre y la Filosofía

“El hombre, pequeña parte de tu creación, quiere alabarte. Tú mismo le incitas a ello, haciendo que encuentre sus delicias en tu alabanza, porque nos has hecho para Ti y nuestro corazón está inquieto mientras no descansa en Ti.” (San Agustín, Confesiones)


Todo ser humano, tarde o temprano, se plantea el por qué y el para qué de su existencia, se pregunta de dónde viene y a dónde va, quién es y lo que podría hacer de su vida. En esto se distingue de los animales. El animal vive de un día para otro: come, bebe, duerme, crece, corretea, se reproduce y muere.

 Una vida así es buena y normal para un animal, pero no para una persona. Los filósofos de la Antigüedad llegaron a decir -tal vez de una manera algo ruda- que si una persona no se plantea las preguntas fundamentales de la vida y solamente vive de un día para otro (de una comida a la otra, de un telediario al otro), habrá "fracasado" en su existencia. En lo más profundo de su ser no habrá llegado a encontrarse a sí mismo; no se habrá "convertido en hombre". Dicho de manera tradicional: su existencia no habrá sido digna de ser la de un hombre.

En efecto, el simple plantearse estos interrogantes es ya una primera señal de que una persona se rebela ante la perspectiva de vivir como un animal. Normalmente se puede filosofar, claro está, cuando las necesidades básicas de la vida están al menos mínimamente colmadas.
El filósofo se admira. Descubre, en lo cotidiano y común, lo realmente extraordinario e insólito. Sabe entusiasmarse con una brizna o un diente de león, tal y como lo haría un poeta, un amante o un niño.


Filosofía y Ciencia


Concepto griego de ciencia. Es diferente al concepto actual de ciencia. No está vinculada a la técnica, a la que se considera como cuestión de experiencia; la ciencia no está ligada a la práctica, sino a la razón. No aparece la idea de experimentación, por ello los mayores logros se dieron en matemática (ciencia formal).
El saber, la ciencia, es concebido como la capacidad o hábito de demostrar algo mediante razones. Concepto de ciencia y filosofía en Grecia.







Concepto griego de Filosofía. La ciencia es un concepto creado por los filósofos para definir su propio conocimiento frente al mito. La Filosofía se considera a sí misma como Ciencia, y puesto que existen muchas otras (física, astronomía, matemáticas), se concibe como la ciencia primera .
A la ciencia primera le corresponde investigar las razones y causas últimas del universo (origen, finalidad, existencia de dios.) y del comportamiento humano (normas de conducta, felicidad, etc.)
 La Filosofía es una ciencia universal , ya que alcanza por ser última y radical todas las áreas de la realidad; el resto de las ciencias son particulares, estudian un área concreta de lo existente.


La filosofía no es experimental , ni puede ser matematizada , por lo que su rigor y exactitud no son los exigidos por el conocimiento científico. La exactitud de la ciencia va ocupando las áreas antes tratadas por la filosofía con su inexactitud, restringiendo su campo. La filosofía es arrinconada .
La ciencia, utiliza la inducción, la deducción y la verificación; la filosofía tiene un uso restringido de esos métodos. La filosofía busca las esencias, lo inmutable, lo universal de las cosas, mediante sus causas primeras. La ciencia usa la hipótesis, la teoría para llegar finalmente a la ley, que puede ser representada matemáticamente.

La filosofía busca respuestas utilizando la razón, analizando el Universo y sus causas, hasta llegar a la causa última u origen de todo.
Conoce a través de este curso a los pensadores occidentales más representativos de la filosofía clásica, moderna y actual.